Centramos esta crónica semanal sobre Hispanoamérica, la región compuesta por países hermanados en la Hispanidad (que tienen en común su fe cristiana, su cultura y su lengua y cuya patrona es la Virgen del Pilar), en México, para defender el derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural, uno de los principios no negociables establecidos por el Papa Benedicto XVI para una acción política basada en el humanismo cristiano.

En ese país, el Congreso del Estado de Tabasco despenalizó el aborto libre hasta las 12 semanas de gestación, convirtiéndose así en el estado número 23 en aprobar una legislación similar, de un total de 32, recoge Aciprensa.

El aborto atenta contra la ley natural porque todo el mundo puede saber con su sola razón que matar a un niño en el vientre de su madre es un asesinato. Y la ley natural, inserta en la conciencia de cada hombre, pide que ese niño siga viviendo.  

Rodrigo Iván Cortés, presidente del Frente Nacional por la Familia (FNF), afirmó que el “poder político en Tabasco se ha convertido en una banda de criminales” que impulsa “la cultura de la muerte”.

Tanto el Gobierno del anterior presidente, el ultraizquierdista Andrés Manuel López Obrador (que ejerció entre 2018 y 2024) como el de su sucesora y actual presidenta, Claudia Sheinbaum, han impulsado, mediante su partido, MORENA, la aprobación de estas leyes abortistas en muchos estados. Concretamente desde la llegada de Sheinbaum a la presidencia el 1 de octubre de 2024 los siguientes estados han aprobado el aborto libre hasta la semana 12 de gestación: Jalisco, Michoacán, San Luis Potosí, Zacatecas, Estado de México, Chiapas, Nayarit, Chihuahua, Campeche, Yucatán y ahora Tabasco.

Seguimos en México, donde, domo ha venido contando Hispanidad, tanto el citado López Obrador como su sucesora y actual presidenta, Claudia Sheinbaum, han fracasado en sus políticas para combatir el crimen organizado, muchas veces vinculado a las narcobandas.

López Obrador y Sheinbaum son partidarios de aplicar la política de “abrazos, no balazos” contra los delincuentes, un buenismo que aprovechan estos para campar a sus anchas y cometer todo tipo de delitos. De hecho, entre enero y marzo de 2025, se cometieron en el país al menos 1.321 “crímenes de extrema violencia que pueden ser clasificados como atrocidades”, según el estudio Galería del horror: atrocidades y eventos de alto impacto registrados en medios periodísticos, realizado por la organización Causa en Común.

En ese contexto de impunidad de la violencia y de vacío moral, se producen asesinatos cada día. El último ha sido el asesinato de Ximena Guzmán, secretaria particular de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada; y José Muñoz, asesor del gobierno del mismo estado.

Ante estos crímenes, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) emitió un comunicado manifestando su “profunda consternación”. Este reciente crimen “se suma a una cadena dolorosa de hechos violentos que, como señalamos en nuestro comunicado del día 19 de mayo, tras la masacre de siete jóvenes en Guanajuato, ‘es un signo alarmante del debilitamiento del tejido social, la impunidad y la ausencia de paz en vastas regiones de nuestra nación’”.

En esta línea, la Iglesia católica se ha propuesto relanzar su iniciativa del Diálogo Nacional por la Paz, que incluye 300 acciones concretas para reducir la violencia en el país, divididas en 14 iniciativas locales y siete nacionales.

Según explicó a Aciprensa el sacerdote Jorge Atilano González SJ, director ejecutivo del Diálogo Nacional por la Paz, “se está trabajando el tema de salud mental en jóvenes y las familias”. También, “se está trabajando en la formación de mediadores” de conflictos; así como en un “diagnóstico de la situación de salud mental en los alumnos de secundarias, para elaborar propuestas de cómo atender esa situación”.

Por su parte, mons. Javier Acero OAR, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México, señaló que “con el crimen organizado no se puede dialogar. Cuando hay sangre de por medio no se va a dialogar”.