Con la muerte del Papa Francisco la situación del Valle de los Caídos ha pasado a un segundo plano. Es, por tanto, el momento ideal para rememorar el proceso, de hacer balance.
De entrada, lean el buen resumen de Luis Losada en Actuall, bajo el titular "Caretas fuera". Asegura una verdad como un templo: que el Gobierno Sánchez se dispone a profanar la totalidad del Valle de los Caídos.
Cito a Actuall pero también podría autocitar a Hispanidad: fuimos el primer medio en hablar de profanación de una Basílica católica y de la infame, vergonzante y choteable, vendida encima como una gran negociación por parte del secretario de Estado, Pietro Parolin, y del cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo, tomadura de pelo del Gobierno Sánchez a los obispos españoles.
Lo segundo, repasen, y les aseguro que es mejor que también lo lean entero, el comunicado de la Conferencia Episcopal Española (CEE) sobre el Valle de los Caídos. Si lo prefieren se lo cuento en versión resumida: que dicen los mismos obispos que, "por unanimidad", aprobaron el acuerdo de monseñor Parolin y monseñor José Cobo con el Gobierno de España sobre el Valle de los Caídos pero que el tal Gobierno, el de don Pedro Sánchez, les ha tomado al pelo. ¡A buenas horas, Mangas Verdes!
Y miren qué inteligentes son nuestros prelados, se han dado cuenta de que sí, de que el PSOE pretende profanar la basílica católica del Valle de los Caídos con el llamado "proceso de resignificación de Cuelgamuros".
Justo 72 horas después de firmar un acuerdo, cuando muchos llevamos un lustro hablando de ello, cuando el masoncete del ministro Ángel Víctor Torres y ese hombre bueno que es el ministro Félix Bolaños, más conocido como 'El Bolas' (y sus trolas, añado yo) llevan un lustro amenazando con un museo de los horrores franquistas y Sumar-Podemos ha mantenido, también durante un lustro, que lo mejor era dinamitar el Valle.
Además, en las negociaciones, al parecer, el Ejecutivo, que es muy democrático, se conformó con que le entregaran la cabeza de Santiago Cantera, prior de los benedictinos del Valle... y ya llevan años profanando los cadáveres del cementerio inserto en un lugar sacro.
Pues miren, no sé qué pensar. Además de la obviedad de que los obispos españoles han sido engañados por un tal Pedro Sánchez y de que alguno de ellos ha sido tan tonto como para mostrarse orgulloso de la estafa, ahora el asunto está en cómo dar marcha atrás a la infamia, que ahora es más difícil aún: exige acudir al enfrentamiento directo con el Gobierno.
Y también está en dirimir si los miembros de la Conferencia Episcopal Española (CEE) realmente aprobaron tamaña barbaridad por unanimidad o la mayoría de los prelados fueron engañados.
Otrosí: ahora el asunto está en saber si aprobaron "por unanimidad" el acuerdo con el PSOE, obra maestra de la argucia de don José Cobo, esto es, si todos los obispos se han creído la milonga que les ha contado José Cobo, si hicieron de grado o por fuerza, con incienso, por plata o por plomo.
Porque claro, el precitado comunicado de la Conferencia episcopal -¡Nos han engañado!- alude al concurso público de Resignificación del Valle perpetrado por el Gobierno social-comunista.
Por cierto, el Sanchismo ha concluido que a Dios se le hace mucho más daño conquistando la Iglesia por la vía de la profanación que destruyéndola. Es la nueva técnica satánica/masónica: no crees mártires, que son semilla de cristianos, no hay que incendiar templos ni matar curas: hay que hacer curas, a ser posibles obispos, cardenales y papables, a los nuestros.
Volviendo a la Conferencia Episcopal Española (CEE): el carácter sacerdotal y episcopal es para toda la vida. Por tanto, no se puede exigir el cese de un obispo. Por tanto, esperemos que, por mor del Valle de los Caídos no abra una brecha entre el pueblo cristiano y los obispos, que anunciara el catedrático Javier Paredes.
Tan sólo es un balance, somero, de lo ocurrido en Cuelgamuros. No sé si tiene solución aunque todo tiene solución pero, al menos, aprendamos para la próxima, que la habrá.