Mari Carmen habla con Ana Terradillos en el programa Mirada Crítica y cuenta su desesperada situación: víctima de inquiokupación, sus inquilinos llevan 4 años sin pagarle, lo que hace una deuda de 40.000 euros.

Los inquiokupas le han confirmado que no tienen intención de pagarle ni de abandonar su vivienda: “Esto es desesperante”, asegura mientras reconoce que se ha visto obligada a vivir de alquiler, además, los inquiokupas la han amenazado con denunciarla por acoso. 

Esta profesora de 51 años decidió alquilar su ático de 125 metros cuadrados en la barriada de Churriana, en la capital malagueña por 800 euros al mes. Los inquilinos, como es costumbre, parecían ideales: un matrimonio portugués con tres hijos mayores de edad. El juez no puede echarles porque aseguran ser vulnerables.

"Como las Administraciones miran para otro lado, somos los ciudadanos de a pie quienes nos tenemos que hacer cargo de esa responsabilidad. Pero yo no soy una vivienda social". 

Tras separarse de su marido no puede volver a su piso, por lo que, como hemos ocmentado, ha tenido que alquilar otra vivienda: "Pero tampoco puede ser que yo esté mendigando una vivienda cuando tengo una propia porque otros no hacen su trabajo". Mientras, nadie le da una solución: "Todos me dicen que entienden mi situación pero que no pueden hacer nada y se quedan tan panchos".

"Me aconsejaron denunciar en falso a mi expareja por maltrato para recuperar mi piso con inquilinos okupas" reconoce la propietaria en otra entrevista a ABC: "desde los servicios sociales me sugirieron que denunciara a mi exmarido por violencia de género cuando era totalmente falso, para pedir que lo echaran de la vivienda, pero me divorcié por otros motivos".

Según le aseguraron, "así sería más vulnerable que los vulnerables y podría tener opción a más ayudas. Aunque estaba desesperada porque no tenía casa ni nada, yo me negué . Eso es un delito".

"Cuando me dejaron de pagar, intenté hablar con ellos y me dijeron que no podían. Empecé a inspeccionar y descubrí que el policía de Lisboa que alquiló mi vivienda no estaba trabajando. Me dijeron que no se iban a ir hasta que no les echara un juez y me amenazaron con denunciarme por acoso si me acercaba al piso. Desde 2021 no me cogen el teléfono ni responden al wasap. Han puesto una cámara en la puerta de la vivienda para poderme denunciar".

La sospecha de la propietaria es que estén trabajando en negro, puesto que el ingreso que tienen es de la madre, la cual cobra el Ingreso Mínimo Vital. 

"Dicen que son vulnerables y que se acogen al dichoso decreto”, sí ese decreto que ya quedó claro que Sánchez conocía las consecuencias: "Ha creado un escudo social a costa de nosotros", denuncia Mari Carmen. "Estoy como en un país comunista. Me han quitado mi propiedad y no puedo recuperarla"