Conferencia de presidentes autonómicos en Barcelona. Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad Autónoma Madrileña, madrileña, amenaza con no usar el pinganillo y abandonar la reunión si Salvador Illa, presidente de la Generalitat, se empeña en hablar en catalán. 

Se trata de la medida más importante, porque la famosa financiación de las Autonomías no es sino un juego de suma cero con agravios comparativos. 

Digo que es lo más importante por cuanto el idioma es un instrumento de comunicación: imagínense una reunión en Madrid donde hubiera 9 españoles que supieran hablar francés perfectamente y un parisino que sólo hablará francés. Pues el idioma en el que deberían hablar sería el francés, el que todos dominan.

Esto es lo que ocurre con las lenguas españolas y las otras tres lenguas llamadas cooficiales, el catalán, el gallego y el vasco.

Hablar

Que 17 españoles se reunan y el anfitrión se empeñe en hablarles en catalán y deban seguirlo con un traductor es una grosería como para, en efecto, abandonar la reunión.

Y que Salvador Illa trata así a los españoles en España, mientras los indepes le reciben en el Liceu al grito de Independencia, y el presidente calla ante éstos y se enfrenta a aquéllos... pues también resulta curioso y ligeramente cabreante.