Sr. Director:

El jueves día 12 de junio, en España y en Chile, Colombia, Perú, Puerto Rico, Uruguay, Venezuela, se celebrará la fiesta litúrgica de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote.

La celebración fue introducida en España en 1973 con la aprobación de la Sagrada Congregación para el Culto Divino. Dos años antes, es decir, en 1971, fueron aprobados los textos propios para la Misa y el Oficio de esta festividad litúrgica.

Debemos al Venerable Mons. José María García Lahiguera (1903-1989) el hecho de que la festividad citada esté incluida en el calendario litúrgico de España y de los países que hemos detallado más arriba.

Don José María fue ordenado sacerdote en mayo de 1926 y dos años después de obtener el doctorado en derecho canónico por la Universidad Pontificia de Toledo.

Desempeñó el sagrado ministerio como formador en el Seminario de Madrid y después como director espiritual del mismo. Durante la persecución religiosa de los años 30 del siglo XX en España fue detenido diez días por ser clérigo. Durante la guerra civil se trabajó en atender clandestinamente a sacerdotes y seminaristas que estaban siendo perseguidos por el bando republicano.

En 1938 fundó, junto con la Madre María del Carmen Hidalgo de Caviedes, la Congregación de Hermanas Oblatas de Cristo Sacerdote. Entre 1950 y 1964 fue obispo auxiliar de Madrid-Alcalá. En julio de 1964 fue nombrado obispo de Huelva, cargo que ocupó hasta el 1 de julio de 1969, cuando pasó a presidir la diócesis valentina hasta el 25 de mayo de 1978.

En 1974 sufrió una trombosis cerebral de la que se recuperó, aunque su salud quedó bastante mermada. Al cumplir los 75 años de edad presentó espontáneamente su renuncia ante el Papa Pablo VI, el cual se la aceptó.

Falleció santamente el 14 de julio de 1989 y fue enterrado en el presbiterio de la Casa Madre de las Hermanas Oblatas en Madrid.

El amado Papa Benedicto XVI le declaró Venerable en fecha 27 de junio de 2011.

Jesucristo es el único y eterno Sacerdote de la nueva y eterna Alianza.

Él, gracias a su pasión y muerte en Cruz, nos reconcilió definitivamente con Dios.

Toda la Iglesia es un pueblo sacerdotal, y dentro de este pueblo, el mismo Cristo elige a algunos varones para que, en su nombre, ejerzan el sagrado ministerio. Podemos aprovechar este jueves de Cristo Sacerdote para rezar por los sacerdotes, por los seminaristas y por las vocaciones a las sagradas órdenes.

Debemos dar gracias a Dios por su Iglesia, Esposa de Cristo y Madre nuestra, por el Papa, por nuestros obispos y sacerdotes, por todos los ministros del pueblo de Dios que sirven a los demás mediante la predicación de la Palabra de Dios, la celebración de los Sacramentos y el gobierno de las comunidades cristianas.

Recemos también por las Hermanas Oblatas y por todos los que en la Iglesia tienen una especial responsabilidad en el pastoreo de los fieles.