El gobierno del BBVA está actualmente en manos del consejero delegado, Onur Genç, y no del presidente ejecutivo, Carlos Torres. Dicho de otro modo, los directivos no despachan con el presidente, sino con el CEO del que afirman que tiene el banco en la cabeza. Genç, por su parte, les ha prohibido hablar de la OPA, algo muy significativo porque lanzar una operación de este calado sin contar con los directivos es, cuanto menos, sorprendente.

Silencio en el banco y oposición de algunos consejeros porque, aunque Torres se salió con la suya para seguir adelante con la OPA, las voces críticas han reabierto el debate tras la jugada del Sabadell de vender TSB al Santander y prometer un mega dividendo a sus accionistas.

En resumen, vuelve la candidatura de Jaime Caruana para suceder a Torres. Y es que, a pesar de haber cumplido la edad madura de 73 años, Caruana “es uno de los nuestro”, según los viejos del lugar. ¿El problema, además de la edad? Que lo más probable, si llegara el caso, es que su nombramiento lo vetaría el Gobierno de Pedro Sánchez. Así, la opción de Caruana se podría dar en caso de que cayera Sánchez.

También hay movimientos fuera del banco. Hablamos del PNV, que ha vuelto a la carga con la fusión, más bien fusión por absorción, BBVA-Kutxabank, pero con una novedad importante: Antón Arriola, presidente de Kutxabank, no se contentaría con ser un consejero más, sino que apuntaría a presidente de la entidad resultante. El PNV, de esta manera, ‘recuperaría’ el BBVA que en su día les arrebató Francisco González.

Ahora bien, para que la opción del PNV tenga alguna posibilidad, Pedro Sánchez debe mantenerse en La Moncloa, algo que empieza a ser discutible.

Y por si todo esto fuera poco, en la recámara sigue estando la opción de la fusión BBVA-Santander, la opción preferida por el BCE… y por Ana Botín. En cualquier caso, a estas alturas de la película, nadie apuesta por la continuidad de Carlos Torres.

Por cierto, el mercado parece dar la espalda a la OPA definitivamente: con un Ibex en rojo (-1,5%), el BBVA es el valor que más cae a media sesión (más de un 2%), mientras el Sabadell resiste y se mantiene prácticamente plano.