Ángela Rodríguez, alias Pam, fue nombrada secretaria de Estado de Igualdad y Contra la Violencia de Género, es decir, asesora y número dos de Irene Montero, vino del 15-M en Galicia y de Podemos en dicha comunidad. Licenciada en Filosofía, su experiencia laboral es como investigadora en la Universidad de Bellas Artes, en principio errejonista y luego reconvertida. Es conocida por dos episodios: cuando acusó a la Policía Nacional de tratarla de manera vejatoria al recoger su acta en el Congreso y cuando en 2015 llamó “puta coja” a la entonces secretaria general de Podemos en Galicia. Durante su paso por el Gobierno nos mostró su 'diarrea legislativa' y luchó de manera incansable contra la gordofobia, aclarándonos que "se odia a los gordos por pobres" e incluso impulsando un concurso para crear una cátedra universitaria sobre Filosofía Social de la Discriminación Corporal.

Ahora que ya no disfrutamos de ella en los pasillos del Congreso, una asociación ha recogido el guante de Pam y, aprovechando el Día Mundial contra los discursos de odio ha pedido que la gordofobia se considere delito de odio. 

La gran idea parte de una asociación catalana, formada principalmente por mujeres, que denuncia haber sufrido gordofobia en la familia, en el sector sanitario y debido al "sistema heteropatriarcal" en el que vivimos.

Con esta idea quieren contar con un canal de denuncia y así "poder recopilar datos", tal y como ha explicado Ray, una miembro de La Gorda, en un reportaje de TV3. Según cuentan falta sensibilización social respecto a esta violencia y consideran que no se les hacen diagnósticos médicos precisos porque todo se reduce a su obesidad. 

Pero cuidado porque los delitos de odio están penados en España con hasta cuatro años de cárcel por el artículo 510 del Código Penal.

Ahora que Irene va a ser candidata de Podemos, es el momento de que vuelva Pam, es la única capaz de darle cuerpo a esta idea.