Comenzamos esta crónica semanal sobre cristianos perseguidos en Cuba, país que sufre las consecuencias del comunismo, que lleva más de 60 años tiranizando la isla y sumiendo a los ciudadanos en la miseria, la pobreza, la represión y el terror. Primero se vio con los hermanos Castro (Fidel y Raúl) y desde hace unos años, también bajo la presidencia de Miguel Díaz-Canel.
Puertas Abiertas ha recogido los testimonios de dos de sus colaboradores que pasaron varios días en la isla analizando la situación de las comunidades cristianas locales. Laura relata: “Escuché los testimonios de unos diez pastores y líderes. Lo que vi fue, al mismo tiempo, inspirador y conmovedor: una fe viva y apasionada coexistiendo con pobreza, miedo y represión”. “Hermana, tienes que elegir entre comprar comida o comprar una Biblia. Así es como funciona”, señaló Ana (nombre ficticio), una cristiana que conoció Laura.
Por su parte, Felipe explica: “La situación me impactó profundamente. Lo que nosotros consideramos básico, ellos lo ven como un lujo”. “A las iglesias se les permite reunirse, pero siempre bajo vigilancia. En los cultos se escucha a la gente orar por dificultades y necesidades, pero nunca mencionan a los responsables. Ese silencio dice mucho sobre el miedo con el que viven los cristianos”. “A pesar de todo, la Iglesia cubana es vibrante y activa. Su fe es inquebrantable. Han aprendido a adorar sin recursos, a enseñar sin libros y a orar en silencio”, concluye Felipe.

(Una cárcel de Irán)
Nuestro siguiente destino es Irán, donde el régimen islamista ha intensificado su represión a los fieles por el hecho de creer en Jesús.
Yousef Nadarkhani es un pastor cristiano iraní que en 2017 fue sentenciado a diez años de cárcel por “actuar contra la seguridad nacional mediante la propagación de iglesias domésticas y la promoción del cristianismo sionista”, recoge Puertas Abiertas.
Posteriormente, la pena fue reducida a dos años de exilio a 2.000 kilómetros de su casa, que es la sentencia que está cumpliendo ahora. Pero habla bien a las claras de la persecución a la que la dictadura musulmana condena a quien ose manifestarse como cristiano.

(Violencia en Kenia)
Nos vamos ahora a Kenia, donde las Hermanas Benedictinas Misioneras del Priorato del Sagrado Corazón se han visto obligadas a cerrar las instalaciones que poseen en el valle de Kerio, «con efecto inmediato» y «por tiempo indefinido», debido a la violencia que se ha desatado en la zona, informa Fides.
Esa violencia ha tenido como consecuencia, por ejemplo, el asesinato del padre Alloy Bett, párroco de San Mathias Mulumba, que recogió Hispanidad. Casos como este han provocado «traumas mentales, emocionales y psicológicos» a las religiosas, lo que ha generado «la imposibilidad de llevar a cabo los servicios esenciales debido a la falta de personal, que está abandonando la zona», explican las misioneras.
La medida -se precisa en la nota- «tiene por objeto garantizar la seguridad de nuestras hermanas que trabajan en la región, de nuestros empleados y de quienes visitan nuestra misión para diversos servicios».
La agencia vaticana Fides no proporciona ninguna información acerca del móvil de esta agresión. Sin embargo, no hay que olvidar que en Kenia opera el grupo yihadista somalíAl Shabab.

(Cristianos perseguidos en la India, foto ACN)
En la India, los cristianos siguen sufriendo persecución a manos de los fundamentalistas hindúes. El último caso conocido ha sido el de una religiosa de la Congregación de la Sagrada Familia, que viajaba en tren junto a otras cuatro novicias, y que fueron obligadas a bajarse por un grupo de exaltados que las acusó de fomentar las conversiones al cristianismo, relata Asia News.
El obispo de Sambalpur, Mons. Niranjan Sual Singh, comentó a AsiaNews: «Esta noticia resulta inquietante y alarmante… Somos ciudadanos respetuosos de la ley; estas cosas no deberían suceder. La Constitución nos garantiza la libertad de movimiento en todo el país. Lo ocurrido nos duele profundamente».
Mientras que Pradeep Kumar Behera, sacerdote católico de la archidiócesis de Cuttack-Bhubaneswar, apuntó «Es lamentable que las candidatas y las religiosas sean acosadas de esta manera en una India libre, y acusadas falsamente de llevar a cabo conversiones religiosas».