Sara Aagesen se queda sola en Europa al mantener aún el calendario de cierre de los siete reactores españoles, incluso después del apagón eléctrico masivo que vivió la Península Ibérica el pasado 28 de abril. Y encima, este martes, en una entrevista en Onda Cero, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha mostrado su caradura al decir que el Gobierno aceptará la prórroga nuclear... si no hay coste para los ciudadanos.
Aagesen ha insistido en la línea que ha mostrado su antecesora en el Ministerio y hoy vicepresidenta europea de Transición Limpia, Justa y Competitiva, Teresa Ribera, en una carta, junto al comisario europeo de Energía, Dan Jorgensen, como recoge El Debate. Dicha misiva es una respuesta a la que recibieron de las presidentas de Extremadura y de la Comunidad de Madrid, las peperas María Guardiola e Isabel Díaz Ayuso, respectivamente, a principios del pasado abril. Ahora Ribera y Jorgensen han respondido que “la responsabilidad de estos costes (en alusión a los de desmantelamiento y gestión de los residuos radioactivos), junto con cualquier coste adicional relacionado con la prolongación segura de la vida útil de las centrales nucleares, recae en los propios productores de energía”.
Conviene recordar que desde Foro Nuclear (asociación que agrupa a la industria nuclear española) han señalado en varias ocasiones que en caso de prórroga, las empresas propietarias seguirán afrontando las inversiones y los tributos. Eso sí, para extender la vida útil de las centrales, tanto Ignacio Araluce, presidente de Foro Nuclear, como algunas de las propietarias de las centrales (Endesa e Iberdrola), han pedido que bajen los elevados y redundantes impuestos que soporta la energía nuclear en España, cuya presión fiscal se ha disparado un 70% en los últimos años. Y es que actualmente pagan unos 18 euros por megavatio-hora (MWh) entre impuestos y tasas, a los que se suman 10,3 euros de la tasa Enresa, es decir, un total de unos 28 euros/MWh. Además, la última subida de la tasa Enresa fue del 30%, superior al incremento del 20% pactado cuando se firmó el calendario progresivo de cierres en 2019, y ha sido recurrido ante el Tribunal Supremo. “Tráteme igual que a las demás tecnologías y que en otros países”, reclamó Araluce hace dos semanas.
Araluce subraya que “Cataluña no puede cerrar las nucleares. Si las cierra, volverá a la Edad de Piedra”... y es que los reactores de Ascó I, Ascó II y Vandellós II proporcionan el 59% de la electricidad de dicha comunidad autónoma que ahora preside Illa
En su entrevista en Onda Cero, Aagesen ha referido que no quieren demonizar ninguna fuente de energía, ni las nucleares,... algo que se puede poner bastante en duda por los bulos y las mentiras de Sánchez. También ha presumido de que el Gobierno ha “ampliado en 5,8 años la media del parque nuclear”, ¡qué cara más duda... y más cuando muchos países están extendiendo su vida útil a 60 u 80 años! Y por si esto no fuera poco, Aagesen ha insistido en las palabras de Sánchez contra los operadores privados y los ultrarricos, tras el apagón, porque según ella “todos sabemos” qué dividendos tienen las compañías eléctricas y que en ellas hay personas con “grandes cuentas bancarias”. Además, al hilo de la investigación sobre el apagón, ha afirmado que se está “priorizando” la variable de la sobretensión, días después de haber descartado “ciberataque en Red Eléctrica” y haber situado el inicio en Granada, Badajoz y Sevilla, pero sin detallar en qué instalaciones.
En el entretanto, la central de Almaraz ha revalidado su posición entre las mejores centrales del mundo, tras la revisión realizada por la Asociación Mundial de Operadores de Centrales Nucleares (WANO). Por tanto, la central extremeña se mantiene como un referente mundial de excelencia en seguridad y fiabilidad, e incluso ha mejorado la puntuación obtenida en 2021, donde ya obtuvo el rating 1. Entre sus fortalezas, WANO ha destacado su potente cultura de seguridad (cero accidentes laborales en las últimas siete recargas de combustible), la sólida gestión de riesgos o el empleo de técnicas avanzadas de digitalización. En paralelo, en un encuentro con periodistas en Barcelona, Araluce subrayó que “Cataluña no puede cerrar las nucleares. Si las cierra, volverá a la Edad de Piedra”... y es que los reactores de Ascó I, Ascó II y Vandellós II proporcionan el 59% de la electricidad de dicha comunidad autónoma que ahora preside el socialista Salvador Illa. Asimismo, ha referido que cualquier acuerdo entre las propietarias requiere unanimidad, y estas exigen rebajar la fiscalidad (tanto del Gobierno central como de los autonómicos), pero “hay visos de que el diálogo pueda salir adelante”. Veremos.
Paralelamente, varios Estados miembros de la Unión Europea van dando más pasos a favor de la nuclear. Por ejemplo, Bélgica ha anulado la ley que obligaba a abandonar dicha energía, algo más de dos años después de dar marcha atrás al cierre de dos reactores y prorrogar su vida útil 10 años. Dinamarca (país que Pedro Sánchez ponía como ejemplo de verde) se plantea (por iniciativa de los socialistas) levantar la prohibición de la nuclear. En Italia, el Gobierno de Giorgia Meloni impulsa la creación de una alianza empresarial llamada Nuclitalia -formada por Enel, Ansaldo y Leonardo- para desarrollar reactores modulares pequeños. Alemania, ahora con un nuevo gobierno de coalición a los mandos y liderado por el democristiano Friedrich Merz, ha frenado el desmantelamiento de las 17 centrales nucleares u ha reprochado su cierre al anterior gobierno que presidía el socialdemócrata Olaf Scholzl, pero no sólo eso, Merz ha prometido invertir en nuevas tecnologías como los pequeños reactores modulares (SMR) y la fusión nuclear, y ahora se ha acercado a Francia para promover que la energía nuclear sea reconocida al mismo nivel que las renovables en la legislación europea, eliminando sesgos políticos que hasta ahora bloqueaban decisiones clave.